Consejos para formar delincuentes juveniles

Esta semana entramos en el campo de la delincuencia juvenil de la mano de una entrevista al popular ex-juez de menores de Granada, D. Emilio Calatayud. A pesar de no ser un documento reciente, el magistrado nos resume una serie de importantes claves en cuanto al papel que deben desempeñar las familias en la educación de los hijos e hijas y pone de manifiesto lo urgente de crear escuelas de familias. La educación, según el señor Calatayud, es la única inversión viable para solucionar el problema de la violencia y la delincuencia juvenil.

A continuación resumimos los puntos que más nos han llamado la atención:

* Los jóvenes son cada vez menos maduros ya que cada vez les damos menos responsabilidades. Por tanto observamos a la edad de los 16 años cuerpos de hombres y mujeres que albergan mentes todavía infantiles.

* El papel de los padres es aprender a poner límites desde los “cero días” y asumir que los hijos no son los “reyes y reinas de la casa”, los niños nos ponen a prueba constantemente y necesitan una respuesta adulta y responsable. El rol de padre y de madre no es compatible con el rol de amigo o amiga y es contraproducente negociar con ellos, lo único que de verdad funciona es poner límites claros desde el cariño y el respeto.

* Es de destacar un incremento importante del maltrato de los hijos hacia sus padres, sobre todo en hogares de clase media-alta. Esto se relaciona directamente con la falta de la capacidad de expresión (al no poder conseguir las cosas por la vía del diálogo se buscan alternativas más eficaces), el auge de la violencia como espectáculo en los medios de comunicación y la proliferación de mensajes tipo “todo vale”, “aprovecha el momento”, “los menores tienen miles de derechos”…

* Las escuelas de padres son una necesidad imperiosa y quizás la asignatura más importante sea la que enseñe a decir NO a los hijos. La única posibilidad real para mejorar la situación pasa por potenciar la educación, de ahí que la mayoría de sentencias de este juez hayan sido, ni más ni menos, “sacar el graduado escolar”.




Las frases 

Esta vez, en lugar de lo habitual, recogemos aquí hasta 10 directrices que el ex-juez de menores nos ofrece - por supuesto en modo irónico - para conseguir con éxito que nuestros hijos e hijas acaben convertidos en auténticos criminales. ¡No pierdan detalle!

1: Comience desde la infancia dando a su hijo todo lo que pida. Así crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.

2: No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.

3: Cuando diga palabrotas, ríaselas. Esto lo animará a hacer cosas más graciosas.

4: No le regañe ni le diga que está mal algo de lo que hace. Podría crearle complejos de culpabilidad.

5: Recoja todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes. Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.

6: Déjele leer todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que sus platos, cubiertos y vasos estén esterilizados, pero no de que su mente se llene de basura.

7: Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño, así a él no le dolerá demasiado el día en que la familia, quizá por su propia conducta, quede destrozada para siempre.

8: Dele todo el dinero que quiera gastar. No vaya a sospechar que para disponer del mismo es necesario trabajar.

9: Satisfaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio y la austeridad podrían producirle frustraciones.

10: Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga con sus profesores y vecinos. Piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que de verdad quieren fastidiarlo.

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